El síndrome de Down (SD) es la principal causa de discapacidad intelectual y la alteración genética humana más frecuente.

Es una alteración genética se produce de forma espontánea, sin que exista una causa aparente sobre la que se pueda actuar para impedirlo por la presencia de un cromosoma extra o una parte de éste. Las personas con SD tienen tres cromosomas en el par 21 en lugar de los dos que existen habitualmente; por ello, este síndrome también se conoce como trisomía 21.

El SD no es una enfermedad. Tampoco existen grados de SD, pero el efecto que la presencia de esta alteración produce en cada persona es muy variable.

Está presente en todas las etnias y todos los países, con una incidencia de una cada 600-700 concepciones.
En Uruguay, según el primer relevamiento nacional de personas con SD realizado por la ADdU y OPS-OMS en el año 2000, el total estimado de población con SD era de unas 2.500 personas.
En el mundo se estima un total de seis millones de personas con SD. Los cálculos indican que entre el 30% y el 40% de las personas con discapacidad intelectual tienen SD.

La esperanza de vida de una persona con SD ha aumentado considerablemente situándose en la actualidad en torno a los 60 años.
Las personas con SD muestran algunas características comunes pero cada individuo es singular, con una apariencia, personalidad y habilidades únicas. Tendrán muchos rasgos físicos propios de su familia, además de los característicos de la trisomia y algún grado de discapacidad intelectual.

Historia

El síndrome de Down debe su nombre al apellido del médico británico John Langdon Haydon Down, que fue el primero, en 1866, que describió  las características clínicas comunes a un grupo concreto de personas.

Casi un siglo más tarde, en julio de 1958,  el genetista francés Jérôme Lejeune descubrió que el síndrome consiste en una alteración cromosómica del par 21, con lo que la trisomía 21 fue  la primera alteración cromosómica hallada en el hombre.

Tipos de alteraciones cromosómicas en el síndrome de Down

Las células del cuerpo humano tienen 46 cromosomas distribuidos en 23 pares. Uno de estos pares determina el sexo del individuo y los otros 22 se denominan autosomas, numerados del 1 al 22 en función de su tamaño decreciente.

El proceso de crecimiento se fundamenta en la división celular, de tal forma que las células se reproducen a sí mismas gracias a un proceso que lleva por nombre ‘mitosis’, a través del cual cada célula se duplica a sí misma, engendrando otra célula idéntica con 46 cromosomas distribuidos también en 23 pares.

El óvulo y el espermatozoide contienen, cada uno de ellos, sólo 23 cromosomas, de tal forma que al unirse producen una nueva célula con la misma carga genética que cualquier otra célula humana, es decir, 46 cromosomas divididos en 23 pares.

Durante este complicado proceso es cuando ocurren las tres alteraciones que dan lugar al síndrome de Down, a saber:

a) Trisomía libre

El tipo más común de síndrome de Down es el denominado trisomía 21, resultado de un error genético que tiene lugar muy pronto en el proceso de reproducción celular.

El par 21 del óvulo o del espermatozoide no se separa como debiera y alguno de los dos gametos contiene 24 cromosomas en lugar de 23. Cuando uno de estos gametos con un cromosoma extra se combina con otro del sexo contrario, el resultado es una célula (cigoto) con 47 cromosomas. Del cigoto, que se reproduce por mitosis para ir formando el feto, proceden células iguales a sí mismas, es decir, con 47 cromosomas. El bebe tendrá trisomía libre.

b) Translocación

Se debe a que el padre o la madre poseen en las células de su organismo, en lugar de dos cromosomas 21 completos, un cromosoma 21 completo más un trozo de otro cromosoma 21 que se desprendió y se adosó a otro cromosoma (supongamos que a uno del par 14).

De esta manera, el padre o la madre tienen un cromosoma 14, un cromosoma 14 con un trozo de 21 adherido, y un cromosoma 21. Cuando se forman sus óvulos o sus espermatozoides, la pareja 14 se separa: el cromosoma 14 entero irá a una célula, el cromosoma "mixto" (14 + trozo de 21) irá a otra, y el 21 que no tenía pareja irá a una de las dos.

De este modo, a algún óvulo o espermatozoide le tocará el tener un cromosoma 14 + trozo de 21, y otro 21 completo, con lo cual ya tiene dos elementos 21; al unirse con la pareja en la concepción, esa pareja aporta su cromosoma 21 normal con lo cual el resultado será 2 cromosomas 21 completos más un trozo del tercero adosado (translocado es el término correcto) al otro cromosoma (p. ej., el 14 de nuestro ejemplo).

Generalmente, las consecuencias orgánicas de la translocación suelen ser similares a las de la trisomía simple y aparece el síndrome de Down con todas sus manifestaciones (a menos que el trozo translocado sea muy pequeño y de una zona de cromosoma poco rica en genes).

Pero lo más importante de la trisomía por translocación es que el padre o la madre se comportan como portadores: ellos no presentan la trisomía porque sólo tienen 2 unidades 21; pero dado que una se encuentra pegada a otro cromosoma, es posible que los fenómenos que hemos descrito se repitan en más óvulos o espermatozoides.

En tal caso, por una parte podrán transmitir esa anomalía a otros hijos que también serían portadores, y por otra, tener más hijos con síndrome de Down. Por eso es importante que si el cariotipo del bebé con síndrome de Down demuestra tener una translocación, los papás y los hermanos se hagan también cariotipo para comprobar si alguien es portador.

c) Mosaicismo

Aparece en el 1,5 % de las personas con síndrome de Down. Corresponde a la situación en que el óvulo y el espermatozoide poseen los 23 cromosomas normales, y por tanto la primera célula que se forma de la fusión de ambos es normal, con sus 46 cromosomas. Pero a lo largo de las primeras divisiones de esa célula y de sus hijas surge, en alguna de ellas, el mismo fenómeno de la no-disyunción o no-separación de la pareja de cromosomas 21 que antes comentábamos. Por lo tanto, una célula tendrá 47 cromosomas, tres de los cuales serán del par 21. A partir de ahí, todos los millones de células quese deriven de esa célula anómala tendrán 47 cromosomas (serán trisómicas), mientras que los demás millones de células que se deriven de las células con 46 cromosomas, tendrán 46 cromosomas.

Dependiendo de cuándo haya aparecido la no-disyunción en el curso de divisiones sucesivas, así será el porcentaje final de células trisómicas y normales que el individuo posea. Cuanto más inicialmente aparezca la anomalía, mayor será el porcentaje de trisómicas y viceversa.